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Filósofo de la antigua Grecia, autor de una doctrina que señala un viraje del naturalismo materialista al idealismo. Vivió y enseñó en Atenas, donde tuvo numerosos discípulos: Platón, Antístenes, Aristipo, Euclides de Megara. Acerca de la doctrina de Sócrates, que no escribió nada, sólo se puede juzgar por los testimonios de Platón y Aristóteles. La estructura del mundo, la naturaleza física de las cosas, son incognoscibles: solamente podemos conocernos a nosotros mismos, Sócrates expresó esta manera de concebir el objeto del conocimiento mediante la fórmula: “Conócete a ti mismo”. El objetivo supremo del saber no es de carácter teórico, sino práctico: el arte de vivir. El conocimiento, según Sócrates, es el pensamiento, el concepto sobre lo general. Los conceptos se ponen de manifiesto por medio de la definición, y se generalizan mediante la inducción. El propio Sócrates dio ejemplos de definición y generalización de conceptos éticos (por ejemplo, de la virtud, de la justicia). La definición de un concepto es precedida de una conversación en cuyo transcurso, por medio de preguntas sucesivas, se hace ver al interlocutor que se contradice a sí mismo. El descubrimiento de las contradicciones permite desechar el conocimiento aparente, y la inquietud en que ello sume al entendimiento, estimula a pensar en busca de la verdad auténtica. Sócrates comparaba sus métodos de investigación con el “arte de la comadrona”; su método de preguntas que presupone una actitud crítica frente a las afirmaciones dogmáticas, ha recibido el nombre de “ironía” socrática. La ética de Sócrates es racionalista: a juicio de Sócrates, las malas acciones se deben únicamente a la ignorancia y no hay nadie que sea malo por su propia voluntad.
Filósofo de la antigua Grecia, autor de una doctrina que señala un viraje del naturalismo materialista al idealismo. Vivió y enseñó en Atenas, donde tuvo numerosos discípulos: Platón, Antístenes, Aristipo, Euclides de Megara. Acerca de la doctrina de Sócrates, que no escribió nada, sólo se puede juzgar por los testimonios de Platón y Aristóteles. La estructura del mundo, la naturaleza física de las cosas, son incognoscibles: solamente podemos conocernos a nosotros mismos, Sócrates expresó esta manera de concebir el objeto del conocimiento mediante la fórmula: “Conócete a ti mismo”. El objetivo supremo del saber no es de carácter teórico, sino práctico: el arte de vivir. El conocimiento, según Sócrates, es el pensamiento, el concepto sobre lo general. Los conceptos se ponen de manifiesto por medio de la definición, y se generalizan mediante la inducción. El propio Sócrates dio ejemplos de definición y generalización de conceptos éticos (por ejemplo, de la virtud, de la justicia). La definición de un concepto es precedida de una conversación en cuyo transcurso, por medio de preguntas sucesivas, se hace ver al interlocutor que se contradice a sí mismo. El descubrimiento de las contradicciones permite desechar el conocimiento aparente, y la inquietud en que ello sume al entendimiento, estimula a pensar en busca de la verdad auténtica. Sócrates comparaba sus métodos de investigación con el “arte de la comadrona”; su método de preguntas que presupone una actitud crítica frente a las afirmaciones dogmáticas, ha recibido el nombre de “ironía” socrática. La ética de Sócrates es racionalista: a juicio de Sócrates, las malas acciones se deben únicamente a la ignorancia y no hay nadie que sea malo por su propia voluntad.
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